jueves, 19 de noviembre de 2009

comenzando una nueva vida

Corría sin rumbo por las desiertas calles, ya ni sentía sus pies descalzos sobre aquel asfalto sucio y mojado... no sabia donde ir, solo sabia que debía escapar de aquella pesadilla. No quería pensar que todo aquello le estaba pasando a ella, pero era cierto, y si no reaccionaba a tiempo podría acabar en la situación de tantas otras...

El siempre le había tratado muy bien, incluso podía presumir de ser la envidia de todas sus amigas. Le hacía cuantos regalos pudiera desear, la trataba cariñosamente, y en la cama respetaba sus decisiones, podía ser fiero como un león o cariñoso como un gatito. Pero de repente todo cambió, comenzó a llegar tarde a casa, a obligarla a mantener relaciones sexuales en contra de su voluntad y si llegaba de muy mal humor incluso le pegaba. Ella siempre lo perdonaba porque sabía que el culpable era el alcohol y que el por las mañanas siempre le trataba bien.

Pero las últimas noches habían sido insoportables, ya creía que no tenía ni fuerzas para moverse, tenía moratones por todo su cuerpo, ya no dormía, ya no era ella misma.

Así que esa noche decidió escapar, después de que él le pegara una brutal paliza que la dejara sin conocimiento se quedó durmiendo tranquilamente en el salón. Ella sacó fuerzas de donde no las tenía y se levantó, salió con sigilo de casa y se puso a correr. No sabía donde iba, no sabía que haría a la mañana siguiente, solo corría, sin rumbo, escapando de todo...