jueves, 19 de agosto de 2010

Sin palabras....

Una fría noche, en una oscura plaza, había una chica esperando bajo una farola… ella iba muy bien arreglada, ¿a quién esperaría?¿por qué la hacían esperar tanto? de repente empezó a llover, su peinado se deshizo, sus pintura se corrió, no tenia sitio donde resguardarse, pero ella seguía allí esperando, sin moverse, sin perder la vista a aquella calle iluminada…

De repente un chico apareció corriendo bajo la lluvia, venia casi sin aliento, en cuanto ella lo vio salió corriendo hacia él, y bajo la lluvia, con el frío, ellos se abrazaron y se dieron un largo beso, él la cogió a ella en brazos y se quedaron abrazados durante un largo rato bajo la lluvia… No hubo palabras, con solo un cruce de miradas se dijeron cuanto tenían que decirse.

Sin pronunciar ni una palabra, pero sin apartar la mirada el uno del otro, se acercaron al portal numero 48 y subieron al segundo piso. Él abrió la puerta, agarró de la mano a la frágil chica y entraron.

La vivienda solo constaba de una habitación, donde había una enorme cama llena de pétalos de rosa y un pequeño milibar con un par de botellas de ron y hielo.

Ella se sentó delicadamente en la cama, y comenzó a jugar con los suaves pétalos rojos, mientras que él, se acercó al mini bar y cogió unas copitas de ron.

Se sentó junto a ella y le ofreció una copa, mientras ella le daba un sorbo, el comenzó a acariciarle la cara a la vez que la miraba fijamente a esos ojazos verdes, que aún con el maquillaje corrido eran preciosos. Se arrimó un poco más a ella y comenzó a besarle el cuello, un intenso cosquilleo recorrió su cuerpo tanto para que la copa de ron se le cayera al suelo. Justo en ese momento el la tendió sobre la cama y la comenzó a besar apasionadamente. Ella no pudo ni quiso resistirse, por lo que se dejó llevar por la pasión y le correspondió con un largo beso. Ella comenzó a quitarle su mojada camisa para poder acariciar aquel pecho depilado y musculoso. Él no quiso ser menos por lo que le quitó la camiseta y comenzó a acariciar aquellos jugosos pechos… tenían el tamaño perfecto, la textura perfecta. A causa de la lluvia y de que ella no llevaba sujetador, sus pezones estaban duritos por lo que él se puso a jugar con ellos…. ella comenzó a excitarse muchísimo. Comenzó a bajar sus manos y consiguió quitarle los pantalones a él, mientras él también metió una mano por debajo de la falda y descubrió que no llevaba nada y que estaba muy mojada por lo que la cogió y comenzó a hacerle el amor…. así estuvieron toda la noche… solo pararon para dar algún trago…

Al amanecer él se levantó de la cama y solo dijo un "TE QUIERO, PAULA" a lo que ella respondió "YO TAMBIÉN, HASTA SIEMPRE, NO TE OLVIDARÉ, TE AMO". Entonces salió y cogió rumbo a las afueras de la ciudad, allí lo esperaba un coche, entró. El conductor encendió el motor y comenzó a correr… el coche se descontroló, se salieron de la carretera, dieron varias vueltas. Ramón iba con los ojos cerrados, sabía que iba a pasar aquello, sabía que esa mañana iba a morir y no había alternativa. Si el no hubiera muerto, algo le habría pasado a Paula. Paula sabía todo esto, por eso habían tenido aquella noche sin palabras. El último deseo de Ramón fue que Paula y ese hijo que traía dentro, fruto de esa noche de pasión vivieran feliz y durante muchos años. Ramón dio la ultima bocanada de aire, se rindió y murió junto a aquel conductor loco, su padre…..