domingo, 3 de abril de 2011

reflexión tras 41 horas sin estar con nadie

Y otra vez vuelvo a sentir ese vacío al que muchos llaman soledad. Vuelvo a tener las lágrimas a punto de salir, vuelvo a no tener ganas de nada.
Durante la semana no tengo tiempo para pensar, simulo que soy feliz, e incluso me lo creo, pero cuando llega el temido fin de semana todo se vuelve gris. El pensar que no tienes a nadie a quien llamar para salir, el odiarte a ti misma, el sentir que nadie te quiere, que nadie se preocupa por ti. Así es como me siento, siento que no soy nada para nadie, que soy invisible para el mundo, que a nadie le importa lo que sienta, como me encuentre.
Y lo más dificil de todo es que me encuentro rodeada de gente, pero me siento sola. En estos momentos sólo tengo ganas de desaparecer y dejar de existir. Estoy deseando que llegue mañana, para al menos hacer cosas, ver a gente, montarme de nuevo mi mundo de fantasía, donde vivo, donde intento ser feliz, porque sin ese mundo, en el que creo que le importo a alguien, no podría sobrevivir ni un día más. Porque necesito sentirme querida, porque de vez en cuando necesito un abrazo, un beso, una muestra de cariño. Por que con sólo eso soy feliz, pero esos simples gestos son difíciles de encontrar, porque me siento desdichada. Porque siento que nadie me quiere...

No hay comentarios:

Publicar un comentario